domingo, 15 de julio de 2007

a 6 de meta

madre! qué de tiempo pasó desde la última nota desde este chavalito de exilio voluntario.
Pues algo pasó, no os creais que no he estado haciendo ná! Marché a ver si aquello de que Paris es la capital del amour era cierto ou pas, y oh là là, qué maravillosa semana pasé con mis padres, mi amigo manu (merci manu) y mi gran amor en una ciudad que tiene tantos rinconcitos curiosos como sitios donde pasar un tiempo dificil de olvidar. Los barrios de Pigalle y Montmartre son cojonudos, no me resulta raro que hayan sido inspiración de tantas hermosuras artísticas. Los jardines de Versailles no se quedan cortos, que despilfaro de belleza en forma de arbustos cuadrados, triangulares, redondos, rectangulares y todas las formas imaginables. Pero como siempre tocó volver al Polo donde empezaron otros quehaceres, gracias a un congreso en el pueblo tuve la suerte de ser visitado por la basquita investigadora de toledo, que como agua de mayo me han regado con alegría, risas y buen humor para romper con la tónica local. Pena que no haya más Victors, Germanes o Juanitos por aquí; todo sería mucho más fácil. Hoy se han ido y el tiempo sigue sin acompañar (15º y lluvía) lo que hace que yo esté (perdona mamá) hasta los güevos de estar aquí lejos de heidi, vosotros y la escalada. Pero sólo 6 semanas quedan y como un jabato pienso seguir aprendiendo y tirando pa'lante, porque de eso se trata, no?
Lo malo de todos los periodods buenos es que al acabarse nos chocamos con una realidad que en mi caso te excluye en un mundo lejano a todo lo que amo. Os echo mucho de menos amig@s, hasta pronto!