miércoles, 6 de junio de 2007

Mira tú...

Mira tú qué curiosa es Finlandia. Cada vez me gusta más, sobretodo (o quizás principalmente) por el tiempo que hace ahora, un solete de 3am a 11pm con 24 graditos. Y uno, entre pedalada y pedalada sobre la bici, se pregunta: "¿Habrá algún país en la Tierra en el que lo tengan mejor montado que aquí?". Muy poquitos sitios, muy poquitos creo yo. Con su educación universitaria no sólo gratis sino esponsorizada, su índice de paro ridículo (voluntario diría yo, para los fines eso sí), su seguridad social, su seguridad ciudadana, su confiar en el prógimo (que llevo dejando la bici sin candar ni se sabe!), su respeto y pin pan y pin pan. Todo ello por pagar unos tan altos como bien gestionados impuestos. Pero hoy mismo, mira tú, al volver de un paseo en busca de bloques para escalar (totalmente fallido por cierto tras un rato de caminar en el bosque con pantalones cortos, chanclas y camiseta amarilla -> resultado: tropecientas picaduras de mosquito por doquier y alguna que otra araña) me ancuentro en mitad de la acera, a 200m de mi casa, posiblemeente el barrio más tranquilo del Universo (aburrido dirían algunos), a una cincuentón tirado en la acera. Doy una pasada con la bici y el hombre no parece que se hubiese caido, sino que esta medio dormitando con pedo animal. ¡A las 7 de la tarde de un miércoles! Total, que me da apuro irme y aunque consciente de las limitaciones de idioma mío y alcohol en sangre suyo le pregunto que si está ok (gracias a Dios sé decir eso en finés: "OK?"). Un gremido y una pasta ajjjjjquerosa es lo único que sale de su boca. Otra pregunta en inglés y desisto. El caso es que es el segundo que veo en menos de un mes y eso me lleva a pensar: "vale que a los españoles no guste el vino y la cerveza, pero esas cogorzas a esas edades!". Y ejque tengo la lúcida teoria (no sé ni siquiera si es mía o se la oí por ahí a alguien) de que este estado supremo de bienestar no es bueno para el alma, y por consiguiente para el cuerpo. Vivir en un lugar donde la preocupación más grande es, qué sé yo, que Finlandia pierda otra vez en la final de hockey marchita todo afán de superación y solventación de problemas que el humano medio tiene incrustado en su genoma. El truco (me voy pispando) es buscarse un hobby, algo que absorba tus preocupaciones y te planté problemas a solucionar. Por eso son tan rematadamente buenos en lo que sea que les der por ser. Pero claro, existe una gran parte de fineses que, oyes, pues no termina de encontrar algo que le motive tanto (ya sea curro o pasatiempo), y en eso el sistema falla, se desmorona al dar casa, trabajo y tranquilidad a ciudadanos que, quizás sin saberlo, no es lo que necesitan.
Bueno, mira tú, mira tú que por tanto escribir se ma ha quemado el pan. Un abrazo muy fuerte

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un fines en el espacio despacio que llegan,con fines libres, sin fines propios, recorriendo, corriendo, sexo en un par de manzanas para suicidar al tiempo, ahogado, embrujado clima, torpe día con virtud, basura no veo, si espera en el suelo, hoy no sonrie no encontró motivos para hoy andar recto, basura en el higado, positivo en la bandera.
Por aquí, calor pidiendo a gritos fresquito tintito, tiempo falta, siempre falta, clonación obligada, compromisos, sueños, lejanía es dos barrios más allá, sonrio a mil y mi bici sube y baja. Me gusta tu blog. Riky

Anónimo dijo...

Que dura la vida sin nada que vivir macho! por cierto campeón, aprovecho para decirte que Carol y yo hemos vuelto a la Mancha por los motivos opuestos a los fineses; ya estabamos agotados de la violencia, las prisas, los horizontes asfálticos y la ira furibunda del catalán medio hacia el funcionario español, y nos hemos vuelto (con el rabo entre las piernas, quizá). Ojalá podamos vernos algún día. Un abrazo.